La ocupación de nuevas tierras y
la ampliación de las fronteras internas de la Argentina estuvieron en estrecha
relación con las avanzadas militares. Para muchos la inclusión cada vez más importante
de nuestro país en el comercio
internacional y la necesidad de responder a la demanda externa influyó en la
estrategia de ganar nuevos territorios a lo largo del país en busca de poder
ampliar la producción ganadera.
Autores como Guido Galafassi
sostienen que “detrás de la publicitada justificación ideológica de superar la
barbarie para instalar definitivamente la civilización y el progreso, se
escondía el objetivo concreto y palpable de conquistar nuevas tierras para
dedicarlas a la producción y poner un punto final a la sangría que significaban
los malones indios al capital de los estancieros pampeanos”. Según este autor,
investigador del CONICET, el Estado y el Capital se unieron una vez más en el contexto de un sistema
capitalista.
Por esta razón es que la
población de la zona sur del territorio argentino se produjo de manera lenta en
cuanto a la presencia el hombre. En realidad las grandes extensiones de tierras
eran ocupadas para la cría de ganado.
Un caso especial es el de la zona
de los valles, que a partir de la llegada de las primeras colonias se
desarrollaron de manera dinámica. Este hecho es aún más visible en la zona del
Alto Valle, pero esto es parte del camino que vamos a empezar a desandar a
partir de la próxima nota… Se abren así las primeras preguntas. ¿Cuando llegó
“el Huinca” a la zona de los valles? ¿De que modo se dio ese arribo? ¿Cuáles
fueron los primeros mojones de población y a qué costo?
Foto: isla 92
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