Como se anticipó en la nota anterior muchas son las
preguntas. Algunas tendrán respuestas y otras seguramente generarán otras
preguntas. Una de esas preguntas iniciales era cuando había llegado el llamado
“hombre blanco” a la región, diríamos para quedarse.
Las cosas se daban más o menos de este modo. Con el final
del año 1877, durante la presidencia de Nicolás Avellaneda, muere su ministro
de Guerra, Adolfo Alsina. Así se abría el camino para la llegada a ese
Ministerio del General Julio A. Roca.
Alsina y Roca tenían visiones diferentes acerca de las
estrategias a utilizar en la defensa de las fronteras internas y eso pronto se
haría evidente. El primero era visto como defensivo mientras que Roca tenía una
impronta totalmente ofensiva y no lo escondía.
Su objetivo era utilizar una división natural, el río Negro,
como línea de frontera, fijada entre Choele Choel y la Confluencia de los ríos
Neuquén y Limay.